Historias, mitos y leyendas
Hey Twilighters!!!
Eh aquí el nuevo capitulo de nuestra nueva historia El Inicio de la Eternidad, de Angel Azul. Recuerden que esta historia narra la vida de Edward cuando era humano, antes de ser convertido a vampiro.
Disfruten de este nuevo capitulo.
EL INICIO DE LA ETERNIDAD capitulo 4
Un nuevo amigo
-¿No hay nadie? … Que extraño. Siempre veo personas entrando y saliendo de este lugar- le comente
-Bueno… solo está la servidumbre, del otro lado del gran jardín. Por la puerta de la casa grande, pero creo que no les agradamos. Al menos yo no soy de su agrado – sonrió a medias.
-¿Por qué piensa usted eso? Es una joven amable y muy bella, no creo que no les agrade- confesé, no sin que me apenara un poco.
¿Realmente dije eso en voz alta?
-pues… emm- no pudo seguir con la frase, bajo la mirada y note que se ruborizaba.
-Por favor… no me malinterprete Cecil. Fue solo un cumplido. No quería avergonzarla- me disculpe
¿Qué me estaba pasando? ¿Jamás me había comportado de esta manera ante una dama?
-No se preocupe Edward. De todos modos gracias- aun seguía con la mirada baja y un leve rubor en las mejillas.
Nos quedamos parados ahí unos minutos sin decir nada. Aclare mi garganta dos veces y pensé que lo mejor sería marcharme. Estaba a punto de despedirme cuando de repente ella hablo.
-¿Le gustaría ser mi amigo? … Edward- dijo con un tono en el que podía notar la vergüenza que sentía al pedírmelo.
Pude imaginarme lo difícil que era para ella el hecho de estar en una ciudad diferente, con personas nuevas y sin un amigo, debe ser difícil. Así que para que no se sintiera mas incomoda de lo que yo podía notar le ayude un poco.
-No- dije
Me miro con los ojos totalmente abierto y con las mejillas encendidas.
-Preferiría que usted… aceptara ser mi amiga primero- le dije con una sonrisa en mis labios.
Pude notar que relajaba el rostro y la postura, pero sin que el rubor bajara de tono en sus mejillas. Cuando cayó en la cuenta de lo que hacía, me sonrió.
-Es usted todo un caballero, Edward Masen-
-Y usted es muy gentil con este desconocido Cecil Vermont-
Nos empezamos a reír de nuevo.
Sabía que tenía que regresar a la oficina de correos, pero no pude dejar a Cecil y a su nana solas. Ya me las arreglaría después con Don Benjamín. Nunca le había fallado así que estaba seguro de que me perdonaría.
Acepte tomar un té con mi nueva amiga en el jardín.
Conversamos de muchas cosas; ella me conto de cómo era su vida en Inglaterra, un poco de su familia; tenía dos hermanas, una era más grande de 19 años que correspondía al nombre de Carol y otra más pequeña de 10 años que se llamaba Camil. Su padre era dueño de una fábrica de barcos y su madre hacia grupos de caridad entre las señoras adineradas. Pero sobre todo me hablo de su Nana Elena. Pude notar que la mayor parte de su vida, su nana había estado con ella más tiempo que su propia madre.
-… Entonces ella fue de visita con su familia así que llego a norte América hace como dos meses, ellos viven en Kansas- continuo diciéndome de la vida de su nana - Hace dos semanas ella llego aquí a Chicago para preparar nuestra llegada junto con otras personas que trabajan para mis padres. Pero desde que yo llegue, la he visto muy mal y eso me preocupa mucho- me confesó Cecil.
- Debería convencerla de que la vea un medico. Para serle sincero, la vi muy mal – le aconseje.
-Con el paso de los días, su salud se deteriora. No soy médico, pero sé que eso no es normal- afirmo, era evidente en su voz y en su rostro, la preocupación por su nana.
-Ojala se mejore- le dije y de verdad lo deseaba.
- Bueno Edward. Yo le he contado casi toda mi historia- se mordió el labio inferior y me pregunto -¿Hábleme un poco de usted?
Pude notar en su rostro que tenía una curiosidad verdadera por sabes de mi vida.
-Pues... No sé que pueda interesarle de mi – sobre todo a alguien que ha viajado y su familia tiene mucho dinero. No es que mi familia fuera pobre, nunca nos ha faltado nada, mi padre ganaba buen dinero, así que!!! … -heem… soy hijo único, vivo con mis padres, trabajo en la oficina de correos; pero no será permanente, la semana que viene me reclutare en la escuela militar-
-Vaya!!!.... un soldado… pues le deseo mucha suerte Edward. Espero que podamos seguir siendo amigos después de que se reclute en el ejercito- frunció el seño pero seguía teniendo una sonrisa en su rostro.
No pude descifrar el porqué de su gesto. Es decir, apenas nos conocemos, aun que para ser sincero esta joven me inspiraba mucha confianza.
-Claro que si Cecil-
En ese momento recordé lo que mi madre había mencionado la noche anterior.
“Tal vez ahora si te animes a poner los ojos en alguna linda joven. Tal vez las chicas nuevas te agraden”…
Cecil era muy hermosa y agradable, y era evidente que me agradaba su compañía, pero no por las razones que mi madre había mencionado.
No pude evitar sonreír un poco al recordarlo y darme cuenta de la ironía de la situación.
Comenzamos a oír ruido dentro de la casa y alguien salió corriendo hacia el jardín.
-Cecil!!!... Cecil!!!... nuestra nueva casa está muy grande y esta cerquita de un hermoso parque lleno de flores… - la pequeña niña se freno cuando vio a Cecil conmigo tomando el té.
Supuse que sería su hermana pequeña, Camil, y en efecto no me equivoque.
-huuy!!... Cecil…. Que novio tan apuesto tienes - la pequeña sonrió y miro a su hermana con gesto de burla.
Cecil se puso totalmente roja del rostro, se levanto de la mesa y yo hice lo mismo.
-Camil…!!! – Le llamo la atención a su hermana - el caballero no es mi novio, es solo un amigo. No seas descortés ¿Dónde estás tus modales?-
-Lo siento mucho…- dijo la pequeña haciendo un puchero. Dio media vuelta y regreso corriendo a la casa.
Cecil volvió la mirada hacia donde me encontraba – Discúlpala por favor, es aún muy pequeña- seguía avergonzada.
No pude dejar de sonreír, aun que creo que yo también estaba un tanto apenado.
-No se preocupe Cecil. Debo retirarme. Fue un placer conocerla. Espero verla pronto-
-Que así sea. ¿De acuerdo?- dijo con optimismo.
Hice una reverencia y me acompaño a la puerta para despedirme.
-Antes de retírame, ¿le puedo pedir un favor?-
-Claro!!!...-
-¿Sería tan amable de avisarme como sigue su nana?... Es más… tengo una mejor idea, yo vendré a preguntar como sigue y así tendremos otra oportunidad de hablar, ¿le parece?- después de todo sabía que si Elena no mejoraba, Cecil se pondría triste y eso no me gustaba para nada.
Cuando le dije que regresaría pude ver en su rostro un aire de satisfacción. Me di cuenta de que el tiempo que estuve conversando con ella fue muy agradable. No era lo mismo platicar con ella que con Mabel. Me atrevería a decir que la compañía de Cecil me gustaba e incluso me hacía sentir bien.
-Me parece perfecto. Edward- contesto, con un tono que me hizo querer regresar muy pronto.
-Entonces… hasta pronto Cecil-
-Hasta pronto Edward- ... CONTINUARA
Hay que bonito, Edward tan lindo como siempre siendo cortez jeje. Para saber que más hubo en la vida humana de Edward no se pierdan el siguiente capitulo el próximo miércoles, ya lo saben por aquí en su blog favorito.
Nos vemos el viernes con más historias, mitos y leyendas.
No olviden sus comentarios.
Eh aquí el nuevo capitulo de nuestra nueva historia El Inicio de la Eternidad, de Angel Azul. Recuerden que esta historia narra la vida de Edward cuando era humano, antes de ser convertido a vampiro.
Disfruten de este nuevo capitulo.
EL INICIO DE LA ETERNIDAD capitulo 4
Un nuevo amigo
-¿No hay nadie? … Que extraño. Siempre veo personas entrando y saliendo de este lugar- le comente
-Bueno… solo está la servidumbre, del otro lado del gran jardín. Por la puerta de la casa grande, pero creo que no les agradamos. Al menos yo no soy de su agrado – sonrió a medias.
-¿Por qué piensa usted eso? Es una joven amable y muy bella, no creo que no les agrade- confesé, no sin que me apenara un poco.
¿Realmente dije eso en voz alta?
-pues… emm- no pudo seguir con la frase, bajo la mirada y note que se ruborizaba.
-Por favor… no me malinterprete Cecil. Fue solo un cumplido. No quería avergonzarla- me disculpe
¿Qué me estaba pasando? ¿Jamás me había comportado de esta manera ante una dama?
-No se preocupe Edward. De todos modos gracias- aun seguía con la mirada baja y un leve rubor en las mejillas.
Nos quedamos parados ahí unos minutos sin decir nada. Aclare mi garganta dos veces y pensé que lo mejor sería marcharme. Estaba a punto de despedirme cuando de repente ella hablo.
-¿Le gustaría ser mi amigo? … Edward- dijo con un tono en el que podía notar la vergüenza que sentía al pedírmelo.
Pude imaginarme lo difícil que era para ella el hecho de estar en una ciudad diferente, con personas nuevas y sin un amigo, debe ser difícil. Así que para que no se sintiera mas incomoda de lo que yo podía notar le ayude un poco.
-No- dije
Me miro con los ojos totalmente abierto y con las mejillas encendidas.
-Preferiría que usted… aceptara ser mi amiga primero- le dije con una sonrisa en mis labios.
Pude notar que relajaba el rostro y la postura, pero sin que el rubor bajara de tono en sus mejillas. Cuando cayó en la cuenta de lo que hacía, me sonrió.
-Es usted todo un caballero, Edward Masen-
-Y usted es muy gentil con este desconocido Cecil Vermont-
Nos empezamos a reír de nuevo.
Sabía que tenía que regresar a la oficina de correos, pero no pude dejar a Cecil y a su nana solas. Ya me las arreglaría después con Don Benjamín. Nunca le había fallado así que estaba seguro de que me perdonaría.
Acepte tomar un té con mi nueva amiga en el jardín.
Conversamos de muchas cosas; ella me conto de cómo era su vida en Inglaterra, un poco de su familia; tenía dos hermanas, una era más grande de 19 años que correspondía al nombre de Carol y otra más pequeña de 10 años que se llamaba Camil. Su padre era dueño de una fábrica de barcos y su madre hacia grupos de caridad entre las señoras adineradas. Pero sobre todo me hablo de su Nana Elena. Pude notar que la mayor parte de su vida, su nana había estado con ella más tiempo que su propia madre.
-… Entonces ella fue de visita con su familia así que llego a norte América hace como dos meses, ellos viven en Kansas- continuo diciéndome de la vida de su nana - Hace dos semanas ella llego aquí a Chicago para preparar nuestra llegada junto con otras personas que trabajan para mis padres. Pero desde que yo llegue, la he visto muy mal y eso me preocupa mucho- me confesó Cecil.
- Debería convencerla de que la vea un medico. Para serle sincero, la vi muy mal – le aconseje.
-Con el paso de los días, su salud se deteriora. No soy médico, pero sé que eso no es normal- afirmo, era evidente en su voz y en su rostro, la preocupación por su nana.
-Ojala se mejore- le dije y de verdad lo deseaba.
- Bueno Edward. Yo le he contado casi toda mi historia- se mordió el labio inferior y me pregunto -¿Hábleme un poco de usted?
Pude notar en su rostro que tenía una curiosidad verdadera por sabes de mi vida.
-Pues... No sé que pueda interesarle de mi – sobre todo a alguien que ha viajado y su familia tiene mucho dinero. No es que mi familia fuera pobre, nunca nos ha faltado nada, mi padre ganaba buen dinero, así que!!! … -heem… soy hijo único, vivo con mis padres, trabajo en la oficina de correos; pero no será permanente, la semana que viene me reclutare en la escuela militar-
-Vaya!!!.... un soldado… pues le deseo mucha suerte Edward. Espero que podamos seguir siendo amigos después de que se reclute en el ejercito- frunció el seño pero seguía teniendo una sonrisa en su rostro.
No pude descifrar el porqué de su gesto. Es decir, apenas nos conocemos, aun que para ser sincero esta joven me inspiraba mucha confianza.
-Claro que si Cecil-
En ese momento recordé lo que mi madre había mencionado la noche anterior.
“Tal vez ahora si te animes a poner los ojos en alguna linda joven. Tal vez las chicas nuevas te agraden”…
Cecil era muy hermosa y agradable, y era evidente que me agradaba su compañía, pero no por las razones que mi madre había mencionado.
No pude evitar sonreír un poco al recordarlo y darme cuenta de la ironía de la situación.
Comenzamos a oír ruido dentro de la casa y alguien salió corriendo hacia el jardín.
-Cecil!!!... Cecil!!!... nuestra nueva casa está muy grande y esta cerquita de un hermoso parque lleno de flores… - la pequeña niña se freno cuando vio a Cecil conmigo tomando el té.
Supuse que sería su hermana pequeña, Camil, y en efecto no me equivoque.
-huuy!!... Cecil…. Que novio tan apuesto tienes - la pequeña sonrió y miro a su hermana con gesto de burla.
Cecil se puso totalmente roja del rostro, se levanto de la mesa y yo hice lo mismo.
-Camil…!!! – Le llamo la atención a su hermana - el caballero no es mi novio, es solo un amigo. No seas descortés ¿Dónde estás tus modales?-
-Lo siento mucho…- dijo la pequeña haciendo un puchero. Dio media vuelta y regreso corriendo a la casa.
Cecil volvió la mirada hacia donde me encontraba – Discúlpala por favor, es aún muy pequeña- seguía avergonzada.
No pude dejar de sonreír, aun que creo que yo también estaba un tanto apenado.
-No se preocupe Cecil. Debo retirarme. Fue un placer conocerla. Espero verla pronto-
-Que así sea. ¿De acuerdo?- dijo con optimismo.
Hice una reverencia y me acompaño a la puerta para despedirme.
-Antes de retírame, ¿le puedo pedir un favor?-
-Claro!!!...-
-¿Sería tan amable de avisarme como sigue su nana?... Es más… tengo una mejor idea, yo vendré a preguntar como sigue y así tendremos otra oportunidad de hablar, ¿le parece?- después de todo sabía que si Elena no mejoraba, Cecil se pondría triste y eso no me gustaba para nada.
Cuando le dije que regresaría pude ver en su rostro un aire de satisfacción. Me di cuenta de que el tiempo que estuve conversando con ella fue muy agradable. No era lo mismo platicar con ella que con Mabel. Me atrevería a decir que la compañía de Cecil me gustaba e incluso me hacía sentir bien.
-Me parece perfecto. Edward- contesto, con un tono que me hizo querer regresar muy pronto.
-Entonces… hasta pronto Cecil-
-Hasta pronto Edward- ... CONTINUARA
Hay que bonito, Edward tan lindo como siempre siendo cortez jeje. Para saber que más hubo en la vida humana de Edward no se pierdan el siguiente capitulo el próximo miércoles, ya lo saben por aquí en su blog favorito.
Nos vemos el viernes con más historias, mitos y leyendas.
No olviden sus comentarios.
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