HISTORIAS, MITOS Y LEYENDAS
Aquí les dejo la historia que nos envia Ximena
SOL Y LUNA
EPILOGO capitulo 4
Cuando regresamos a Italia llevamos a Ecaterina a su casa y le agradecimos su gran ayuda pero antes de irnos ella dijo:
--Estas en deuda conmigo Amely y solo hay una forma de saldar esta deuda
¿No lo crees? – me di cuenta al ver como miraba mi mano izquierda.
--Te llamare para cuando tenga fecha.
Me parecieron siglos lejos de mi casa para cuando la vi.; sus luces ya estaban encendidas y cuando entramos en ella podía oír la conversación que tenia mi madre con Sara.
--¡Madre! - llame suavemente para no asustarla, ella enmudeció y se dio vuelta hacia mi.
-- Hija mía – susurro y de sus ojos brotaron lágrimas sin cesar, corrió hacia mí y me abrazo con toda su fuerza o eso creí.
-- Lo sabia, lo sabía, sabia que regresarías – dijo entre sollozos.
-- Te extrañe mucho mamá -- susurre tratando de controlar mi fuerza para no lastimarla.
--No creo más que yo hijita – no parecía importarle en lo más mínimo la frialdad de mi cuerpo. Se aparto para ver mi rostro y sonreírme pero sus lagrimitas aun caían incesantes.
Vio entonces a Albión que estaba a mi izquierda y luego a la derecha donde estaba Andre.
--Gracias… les agradezco con el corazón por traer con bien a mi pequeña.
Ellos solo asintieron con sus cabezas, me llevo a la estancia donde Sara nos esperaba Albión se sentó junto a ella, parecían hablarse con las miradas.
--¿nunca mas podrán hacer daño? – pregunto mi madre con cautela.
--Jamás – le respondí.
No pregunto nada mas al respecto ni Albión, Andre y yo dijimos algo de lo que aconteció. Preferí hacer una demostración del don que ahora tenia además de contarle acerca de los lugares que pude ver con lujo de detalles, ella escuchaba atenta tratando de imaginar como eran de pronto sus ojos se quedaron clavados en mi mano izquierda.
--¿Es lo que yo creo que es? – musito intentando controlar su emoción.
--Si – conteste.
Entonces ella miro a Andre pasmada.
--La amo con todas mis fuerzas es todo lo que puedo argumentar en mi defensa – dijo con un rostro lleno de inocencia imposible de increpar.
El rostro de mi madre lentamente se torno dulce, tomo mi mano izquierda y la de el entrelazándolas.
--Tu padre estaría muy orgulloso de la joven en que te has convertido y también al ver a el hombre que escogiste – al decir esto le brindo a el una calida sonrisa y acaricio su mejilla con su otra mano libre y continuo – Ahora tengo un hijo.
Con estas palabras acepto nuestro compromiso.
SOL Y LUNA
EPILOGO capitulo 4
Cuando regresamos a Italia llevamos a Ecaterina a su casa y le agradecimos su gran ayuda pero antes de irnos ella dijo:
--Estas en deuda conmigo Amely y solo hay una forma de saldar esta deuda
¿No lo crees? – me di cuenta al ver como miraba mi mano izquierda.
--Te llamare para cuando tenga fecha.
Me parecieron siglos lejos de mi casa para cuando la vi.; sus luces ya estaban encendidas y cuando entramos en ella podía oír la conversación que tenia mi madre con Sara.
--¡Madre! - llame suavemente para no asustarla, ella enmudeció y se dio vuelta hacia mi.
-- Hija mía – susurro y de sus ojos brotaron lágrimas sin cesar, corrió hacia mí y me abrazo con toda su fuerza o eso creí.
-- Lo sabia, lo sabía, sabia que regresarías – dijo entre sollozos.
-- Te extrañe mucho mamá -- susurre tratando de controlar mi fuerza para no lastimarla.
--No creo más que yo hijita – no parecía importarle en lo más mínimo la frialdad de mi cuerpo. Se aparto para ver mi rostro y sonreírme pero sus lagrimitas aun caían incesantes.
Vio entonces a Albión que estaba a mi izquierda y luego a la derecha donde estaba Andre.
--Gracias… les agradezco con el corazón por traer con bien a mi pequeña.
Ellos solo asintieron con sus cabezas, me llevo a la estancia donde Sara nos esperaba Albión se sentó junto a ella, parecían hablarse con las miradas.
--¿nunca mas podrán hacer daño? – pregunto mi madre con cautela.
--Jamás – le respondí.
No pregunto nada mas al respecto ni Albión, Andre y yo dijimos algo de lo que aconteció. Preferí hacer una demostración del don que ahora tenia además de contarle acerca de los lugares que pude ver con lujo de detalles, ella escuchaba atenta tratando de imaginar como eran de pronto sus ojos se quedaron clavados en mi mano izquierda.
--¿Es lo que yo creo que es? – musito intentando controlar su emoción.
--Si – conteste.
Entonces ella miro a Andre pasmada.
--La amo con todas mis fuerzas es todo lo que puedo argumentar en mi defensa – dijo con un rostro lleno de inocencia imposible de increpar.
El rostro de mi madre lentamente se torno dulce, tomo mi mano izquierda y la de el entrelazándolas.
--Tu padre estaría muy orgulloso de la joven en que te has convertido y también al ver a el hombre que escogiste – al decir esto le brindo a el una calida sonrisa y acaricio su mejilla con su otra mano libre y continuo – Ahora tengo un hijo.
Con estas palabras acepto nuestro compromiso.
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