Lunes de mitos, historias y leyendas
Hola queridos vampiros, licántropos y humanos!
Como cada lunes estamos aquí con la continuación de la historia EL LEON CAZADO, enviada por Merti-Mau Isa.
Esta es la segunda parte.
EL LEON CAZADO 2 PARTE
La joven se levantó con reflejos felinos y corrió hacia las ramas para resguardar a su pequeño compañero que se hallaba agazapado de terror. Muchas figuras se hicieron visibles entre los matorrales, la joven asustada se escondió tras su melena colocándose en posición fetal, protegiendo al leoncillo.
El joven león pudo percibir en el aire la presencia de humanos malintencionados, querían hacerle daño, quería protegerla pero las hierbas que lo rodeaban cobraron vida y le ataron las patas dejándolo inmovilizado.
Los humanos armados, la rodearon rápidamente, ella mostraba los dientes como una cazadora acorralada, gruñía como un felino, el león se desconcertó al escuchar las advertencias de que no se acercaran, pero no con voz humana, sino cómo él se comunicaba, con gruñidos y bufidos.
El joven león comenzó a pelear en contra de la hierba para liberarse y defenderla a ella y a su cachorro, cuando los humanos le dispararon a ella y se abalanzaron para inmovilizarla. Ella rugió como una leona y más, cuando desprendieron de sus protectores brazos a su cachorro.
Uno de ellos tomó al cachorro y le puso el filo de su cuchillo en la garganta del pequeño, ella automáticamente dejó de forcejear, bajó la mirada y asintió, el hombre rió triunfante y ella sollozó en silencio mientras la llevaban a rastras.
El león se llenó de ira al ver como doblegaban a su dama leonina, el viento fue su cómplice, llevando su aroma a la nariz de la mujer apresada y herida; ella levantó su mirada llorosa dirigiéndola directamente a los ojos del sorprendido león. Ella negó con un gesto imperceptible, le rogó que no se dejara ver, por su bien y el de ella, prometió que volvería y el león, absorto en aquellos ojos felinos, asintió.
El león se recriminó por mucho tiempo el no haber peleado por ella, aún siendo tan fuerte y temible. No podía perdonarse haberla abandonado a su suerte, la esperó mucho tiempo sin que ella diera muestras de regreso.
Pasaron hermosas y floridas primaveras, calurosos veranos, lluviosos otoños e inviernos helados. Él volvía al manantial con la esperanza del retorno de “su” amada dama.
En el manantial, la luna le habló cuando él dormitaba, le contó el secreto que corría por sus venas, era el poder de cambiar su piel, si realmente deseaba encontrarla debía buscarla en las mismas condiciones.
El león comprendió y se bañó en el manantial, se desprendió de su piel resistente de león, viéndose por primera vez como un humano; aunque fuerte, él se sentía despojado de su fortaleza leonina.
Acoplándose al mundo de los incivilizados humanos comenzó su búsqueda. La buscó en muchas mujeres, pero su memoria felina se veía turbada por el raciocinio humano, así que ya no recordaba fielmente a su dama felina, sólo el fulgor de su mirada se había clavado en su mente y en su corazón.
Buscó aquel destello en muchas mujeres y nunca lo encontró, afligido por su fracaso, volvió a su antiguo hogar, la magia del manantial lo regresó a su antigua forma, la luna dejó caer silenciosas lágrimas por su hija.
El león había madurado bastante, conocía los sentimientos humanos y se había hecho más fuerte física y mentalmente, volvió con su manada y se resignó a una compañera insípida, sin sed de vivir, pese a que él creía quererla, la presencia de ella lo irritaba con mucha facilidad. No se sentía bien y por instantes creyó que era un castigo lunar por haberse dado por vencido.
Todas las noches salía a correr para liberar sus sentimientos, sus pensamientos, y ver en cada estrella, el fulgor de la mirada de su amada dama-leona.
Sabiendo que había sido bendecido para cambiar su piel a voluntad, prefería echarse en la hierba como león y así olvidaba un poco el sentimiento humano que aquellos ojos le inspiraban, escuchó a la cigarra y a los grillos cantarle a la luna, el viento entonaba una melodía suave y apaciguante, pudo escuchar a lo lejos una dulce voz que canturreaba una canción que él jamás olvidaría.
Se dirigió velozmente hacia donde escuchó aquella voz, su corazón latía con mucha fuerza y rapidez, no por el hecho de que iba corriendo sino porque esa voz le hacía recordar la paz que sentía cada vez que la veía... CONTINUARA
No se pierdan el gran final de esta bonita y tierna historia la próxima semana, aquí en su blog de siempre con mas historias, mitos y leyendas.
Hasta la próxima y no olviden dejar sus comentarios.
Como cada lunes estamos aquí con la continuación de la historia EL LEON CAZADO, enviada por Merti-Mau Isa.
Esta es la segunda parte.
EL LEON CAZADO 2 PARTE
La joven se levantó con reflejos felinos y corrió hacia las ramas para resguardar a su pequeño compañero que se hallaba agazapado de terror. Muchas figuras se hicieron visibles entre los matorrales, la joven asustada se escondió tras su melena colocándose en posición fetal, protegiendo al leoncillo.
El joven león pudo percibir en el aire la presencia de humanos malintencionados, querían hacerle daño, quería protegerla pero las hierbas que lo rodeaban cobraron vida y le ataron las patas dejándolo inmovilizado.
Los humanos armados, la rodearon rápidamente, ella mostraba los dientes como una cazadora acorralada, gruñía como un felino, el león se desconcertó al escuchar las advertencias de que no se acercaran, pero no con voz humana, sino cómo él se comunicaba, con gruñidos y bufidos.
El joven león comenzó a pelear en contra de la hierba para liberarse y defenderla a ella y a su cachorro, cuando los humanos le dispararon a ella y se abalanzaron para inmovilizarla. Ella rugió como una leona y más, cuando desprendieron de sus protectores brazos a su cachorro.
Uno de ellos tomó al cachorro y le puso el filo de su cuchillo en la garganta del pequeño, ella automáticamente dejó de forcejear, bajó la mirada y asintió, el hombre rió triunfante y ella sollozó en silencio mientras la llevaban a rastras.
El león se llenó de ira al ver como doblegaban a su dama leonina, el viento fue su cómplice, llevando su aroma a la nariz de la mujer apresada y herida; ella levantó su mirada llorosa dirigiéndola directamente a los ojos del sorprendido león. Ella negó con un gesto imperceptible, le rogó que no se dejara ver, por su bien y el de ella, prometió que volvería y el león, absorto en aquellos ojos felinos, asintió.
El león se recriminó por mucho tiempo el no haber peleado por ella, aún siendo tan fuerte y temible. No podía perdonarse haberla abandonado a su suerte, la esperó mucho tiempo sin que ella diera muestras de regreso.
Pasaron hermosas y floridas primaveras, calurosos veranos, lluviosos otoños e inviernos helados. Él volvía al manantial con la esperanza del retorno de “su” amada dama.
En el manantial, la luna le habló cuando él dormitaba, le contó el secreto que corría por sus venas, era el poder de cambiar su piel, si realmente deseaba encontrarla debía buscarla en las mismas condiciones.
El león comprendió y se bañó en el manantial, se desprendió de su piel resistente de león, viéndose por primera vez como un humano; aunque fuerte, él se sentía despojado de su fortaleza leonina.
Acoplándose al mundo de los incivilizados humanos comenzó su búsqueda. La buscó en muchas mujeres, pero su memoria felina se veía turbada por el raciocinio humano, así que ya no recordaba fielmente a su dama felina, sólo el fulgor de su mirada se había clavado en su mente y en su corazón.
Buscó aquel destello en muchas mujeres y nunca lo encontró, afligido por su fracaso, volvió a su antiguo hogar, la magia del manantial lo regresó a su antigua forma, la luna dejó caer silenciosas lágrimas por su hija.
El león había madurado bastante, conocía los sentimientos humanos y se había hecho más fuerte física y mentalmente, volvió con su manada y se resignó a una compañera insípida, sin sed de vivir, pese a que él creía quererla, la presencia de ella lo irritaba con mucha facilidad. No se sentía bien y por instantes creyó que era un castigo lunar por haberse dado por vencido.
Todas las noches salía a correr para liberar sus sentimientos, sus pensamientos, y ver en cada estrella, el fulgor de la mirada de su amada dama-leona.
Sabiendo que había sido bendecido para cambiar su piel a voluntad, prefería echarse en la hierba como león y así olvidaba un poco el sentimiento humano que aquellos ojos le inspiraban, escuchó a la cigarra y a los grillos cantarle a la luna, el viento entonaba una melodía suave y apaciguante, pudo escuchar a lo lejos una dulce voz que canturreaba una canción que él jamás olvidaría.
Se dirigió velozmente hacia donde escuchó aquella voz, su corazón latía con mucha fuerza y rapidez, no por el hecho de que iba corriendo sino porque esa voz le hacía recordar la paz que sentía cada vez que la veía... CONTINUARA
No se pierdan el gran final de esta bonita y tierna historia la próxima semana, aquí en su blog de siempre con mas historias, mitos y leyendas.
Hasta la próxima y no olviden dejar sus comentarios.
Comentarios
no recuerdo tu nombre, pero una vez me entrevistaste a favor de Jake y dije hasta d lo q se iba a morir Eddie xD, tengo tu msn =D porfa!! sigue mi blog.
Me parece genial que consideren a "Lestat el vampiro" como libro del mes.
¿Sabes si en toda librería puedo conseguir Carmilla? Ultimamente quiero leer ese libro de vampiros, porque Sheridan LeFanu y yo nacimos el mismo día.
Espero que te sirva la informacion.