Lunes de mitos, historias y leyendas
Ahora bien, pasemos a nuestra sección de cada lunes.
Aquí les traigo la ultima parte, el final de nuestra historia EL LEÓN CAZADO, escrita y enviada por nuestra querida amiga Merti-Mau Isa.
Disfruten de este final.
EL LEÓN CAZADO 3 PARTE
Llegó al manantial esperando verla ahí, desnuda, nadando en las cristalinas aguas, su ira fue inmensa al verlo vacío; se tiró en la hierba exhausto, molesto, desilusionado. Miró las estrellas y se sorprendió al notar dos cosas, la primera una estrella fugaz engalanaba el firmamento iluminando con una iridiscente estela su paso y el segundo fue un fulgor en su mirada que le ardía, eran lágrimas de decepción.
Escuchó un movimiento en la maleza quiso moverse ágilmente para evitar el embiste, pero fue demasiado tarde. Sobre él había una leona blanca como la nieve, mostrando los belfos, lo había tomado por sorpresa, no había detectado su aroma, ni escuchado sus pasos, el león quería defenderse pero el destello en el mirar de ella lo hizo rendirse.
Frente a él, se transformó la fiera leona, dejando ver a una mujer de piel blanca y castaño cabello, se volvió tan ligera como una pluma, sus ojos amielados, lo atraparon como la miel a la abeja, relucían llenos de orgullo.
- He vuelto para enjaular a mi amado león.
El león rugió y la giró, dejándola boca arriba, gruñó, la dama pese a que estaba indefensa no mostró miedo alguno y el aroma de autosuficiencia que emanaba hacía que el león tuviera una sed por beber a esa dama, comérsela… mostró su afilada dentadura, quería engullirla por completo para que jamás se escapara.
La luna los iluminó. El joven exhaló vencido el aire en sus pulmones, cambiando su piel aterciopelada por una faz tostada. Ella le sonrió y lo rodeó con los brazos por el cuello, él también mostró una sonrisa, la más limpia que jamás había experimentado. Cuando ella lo abrazó, él la atrajo hacia sí y ambos unieron sus secretos, sus vidas, sus soledades, sus labios trémulos y ávidos en un beso lleno de pasión, ternura y amor.
- Te busqué mi amada leona, ¿Dónde te escondiste?
- No me escondí, sólo que temía no gustarte.
- Me gustaste, yo temía asustarte… te busqué hasta el fin del mundo… -no podía creer que por fin la tenía entre sus brazos, en ese momento supo que jamás la dejaría partir.
- Me buscaste en el lugar erróneo, yo siempre estuve aquí para ti, dentro de ti. Sólo que teníamos que madurar para poder estar juntos…
Ambos rieron y volvieron a besarse apasionadamente.
Y así, el mejor cazador se volvió presa de una indefensa leona pero a la vez cazó a su amada dama para jamás dejarla ir.
Esta es la historia de la paciencia que es recompensada con el amor. Cuando un amor es verdadero se entrega en una sencilla mirada en completo silencio, la luna bendice ese amor para que pese a las adversidades puedan consumar ese amor. Aprendamos del león cazado y de la presa cazadora…
Un leoncillo níveo se lanzó al regazo del hombre, quién le acarició el lomo mientras el pequeño ronroneaba…
- Esa historia es la que siempre me ha gustado… - se acercó una mujer que a lo lejos había escuchado la historia.
- ¿Por qué será, mi leona?
- Porque es nuestra historia, nuestra realidad, ya no una leyenda, ya no un mito… Te amo… mi león. FIN
Linda historia ¿no?, espero que le haya gustado, en lo personal a mi me encanto, no olviden seguir mandando sus historias, al igual que sus comentarios.
Y una vez mas gracias a Merti-Mau Isa por seguir participando.
Cuidense y hasta el próximo lunes con mas historias, mitos y leyendas.
Aquí les traigo la ultima parte, el final de nuestra historia EL LEÓN CAZADO, escrita y enviada por nuestra querida amiga Merti-Mau Isa.
Disfruten de este final.
EL LEÓN CAZADO 3 PARTE
Llegó al manantial esperando verla ahí, desnuda, nadando en las cristalinas aguas, su ira fue inmensa al verlo vacío; se tiró en la hierba exhausto, molesto, desilusionado. Miró las estrellas y se sorprendió al notar dos cosas, la primera una estrella fugaz engalanaba el firmamento iluminando con una iridiscente estela su paso y el segundo fue un fulgor en su mirada que le ardía, eran lágrimas de decepción.
Escuchó un movimiento en la maleza quiso moverse ágilmente para evitar el embiste, pero fue demasiado tarde. Sobre él había una leona blanca como la nieve, mostrando los belfos, lo había tomado por sorpresa, no había detectado su aroma, ni escuchado sus pasos, el león quería defenderse pero el destello en el mirar de ella lo hizo rendirse.
Frente a él, se transformó la fiera leona, dejando ver a una mujer de piel blanca y castaño cabello, se volvió tan ligera como una pluma, sus ojos amielados, lo atraparon como la miel a la abeja, relucían llenos de orgullo.
- He vuelto para enjaular a mi amado león.
El león rugió y la giró, dejándola boca arriba, gruñó, la dama pese a que estaba indefensa no mostró miedo alguno y el aroma de autosuficiencia que emanaba hacía que el león tuviera una sed por beber a esa dama, comérsela… mostró su afilada dentadura, quería engullirla por completo para que jamás se escapara.
La luna los iluminó. El joven exhaló vencido el aire en sus pulmones, cambiando su piel aterciopelada por una faz tostada. Ella le sonrió y lo rodeó con los brazos por el cuello, él también mostró una sonrisa, la más limpia que jamás había experimentado. Cuando ella lo abrazó, él la atrajo hacia sí y ambos unieron sus secretos, sus vidas, sus soledades, sus labios trémulos y ávidos en un beso lleno de pasión, ternura y amor.
- Te busqué mi amada leona, ¿Dónde te escondiste?
- No me escondí, sólo que temía no gustarte.
- Me gustaste, yo temía asustarte… te busqué hasta el fin del mundo… -no podía creer que por fin la tenía entre sus brazos, en ese momento supo que jamás la dejaría partir.
- Me buscaste en el lugar erróneo, yo siempre estuve aquí para ti, dentro de ti. Sólo que teníamos que madurar para poder estar juntos…
Ambos rieron y volvieron a besarse apasionadamente.
Y así, el mejor cazador se volvió presa de una indefensa leona pero a la vez cazó a su amada dama para jamás dejarla ir.
Esta es la historia de la paciencia que es recompensada con el amor. Cuando un amor es verdadero se entrega en una sencilla mirada en completo silencio, la luna bendice ese amor para que pese a las adversidades puedan consumar ese amor. Aprendamos del león cazado y de la presa cazadora…
Un leoncillo níveo se lanzó al regazo del hombre, quién le acarició el lomo mientras el pequeño ronroneaba…
- Esa historia es la que siempre me ha gustado… - se acercó una mujer que a lo lejos había escuchado la historia.
- ¿Por qué será, mi leona?
- Porque es nuestra historia, nuestra realidad, ya no una leyenda, ya no un mito… Te amo… mi león. FIN
Linda historia ¿no?, espero que le haya gustado, en lo personal a mi me encanto, no olviden seguir mandando sus historias, al igual que sus comentarios.
Y una vez mas gracias a Merti-Mau Isa por seguir participando.
Cuidense y hasta el próximo lunes con mas historias, mitos y leyendas.
Comentarios