HISTORIAS, MITOS Y LEYENDAS!
Twilighters!!
Les dejo la historia de nuestra amiga XIMENA LA ASESINA Y EL LOBO
11
Una batalla diferente
Lo vi alejarse paso a paso y con cada uno de ellos la tristeza acrecentaba más y más. Guarde la carta me di media vuelta y comencé a caminar observando cada uno de los rostros de mis amigos era algo inconcebible el perder a uno de ellos.
--Sofitia ¿estas…- Carlisle empezó a hablar pero no deje que terminara.
--Edward ¿averiguaste algo? – musite muy bajo.
--Marco me permitió leer su mente…Cayo se acerca con un ejercito dispuesto a arrasar con todos.
Quería gritar, ahogar todo el dolor con mi voz pero aun así no llegaría a vaciar de mi corazón esta pena.
--Prepárense ya están aquí – murmuro Edward.
Pronto vimos que detrás de la comitiva de Aro una hilera de soldados neófitos se acercaba. Con Cayo como líder.
--¿Qué significa esto Aro? – inquirió Carlisle tranquilo.
--Ten por seguro amigo mió que esto también me sorprende.
Cayo entonces se unió a Aro.
--¿Qué has hecho Cayo? –pregunto Aro.
--He venido a causa de Assassin por que veo que el castigo que recibió ante su traición me es muy poco y vengo a que reciba un castigo verdaderamente ejemplar.
--No tienes derecho a tal demanda Cayo ya que ella esta bajo mi tutela y recibió el correctivo que yo creí más conveniente –susurro Marco.
Cayo en respuesta lo miro con gran frialdad.
--Hermano discierne ante tal pensamiento – insistió Aro.
Cayo no hizo Caso alguno e hizo un movimiento con su mano ordenando a sus tropas aproximarse aun mas, estas lo hicieron con precaución pues supuse que al ver a los lobos el temor menguaría su valor en ellos.
Empecé a sentir una ola de furia y esta solo clamaba una sola muerte para saciarse. La de Cayo.
Vi de reojo como Bella ponía a Reneesme sobre el lomo de Jacob, ambos tenían que salir del campo de béisbol que pronto una vez mas seria transformaría en un campo de batalla.
Nuestra mayor desventaja era el no tener las visiones de Alice y aunque tratamos de disuadirla a que no se presentara hoy, ella estaba junto a Jasper tomada de la mano.
--Cayo querido hermano sabes muy bien la ley acerca de los neófitos – le dijo Aro con voz indignada.
--Si, pero a veces es necesario tomar medidas extremas ante problemas de tal magnitud como este.
--Pero esta clase de medidas no son necesarias aquí – discrepo Aro.
Parecía estar luchando para evitar la batalla que se llevaría dentro de muy poco tiempo. ¿Era posible que Aro nos ayudara?
Mire a Edward y la respuesta apareció en su rostro…
…su mirada estaba llena de furia y un gruñido profundo fue la respuesta. Aro intentaba enmascarar sus verdaderas intenciones.
--Entonces no interfieras Aro – concluyo Cayo alejándose de él como una sombra sin hacer sonido alguno.
--¡Habla con honestidad Cayo! – Grite – di que vienen a la conquista de nuevas adquisiciones, de nuevos esclavos.
Ese momento Carlisle me sostuvo del brazo derecho deteniendo mi urgencia por la cabeza de Cayo.
--Espera Sofitia. No seremos los primeros en atacar, estamos aquí para defendernos –su mirada solo reflejaba una infinita sabiduría que me hizo sentir tan solo una niña.
Les dejo la historia de nuestra amiga XIMENA LA ASESINA Y EL LOBO
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Una batalla diferente
Lo vi alejarse paso a paso y con cada uno de ellos la tristeza acrecentaba más y más. Guarde la carta me di media vuelta y comencé a caminar observando cada uno de los rostros de mis amigos era algo inconcebible el perder a uno de ellos.
--Sofitia ¿estas…- Carlisle empezó a hablar pero no deje que terminara.
--Edward ¿averiguaste algo? – musite muy bajo.
--Marco me permitió leer su mente…Cayo se acerca con un ejercito dispuesto a arrasar con todos.
Quería gritar, ahogar todo el dolor con mi voz pero aun así no llegaría a vaciar de mi corazón esta pena.
--Prepárense ya están aquí – murmuro Edward.
Pronto vimos que detrás de la comitiva de Aro una hilera de soldados neófitos se acercaba. Con Cayo como líder.
--¿Qué significa esto Aro? – inquirió Carlisle tranquilo.
--Ten por seguro amigo mió que esto también me sorprende.
Cayo entonces se unió a Aro.
--¿Qué has hecho Cayo? –pregunto Aro.
--He venido a causa de Assassin por que veo que el castigo que recibió ante su traición me es muy poco y vengo a que reciba un castigo verdaderamente ejemplar.
--No tienes derecho a tal demanda Cayo ya que ella esta bajo mi tutela y recibió el correctivo que yo creí más conveniente –susurro Marco.
Cayo en respuesta lo miro con gran frialdad.
--Hermano discierne ante tal pensamiento – insistió Aro.
Cayo no hizo Caso alguno e hizo un movimiento con su mano ordenando a sus tropas aproximarse aun mas, estas lo hicieron con precaución pues supuse que al ver a los lobos el temor menguaría su valor en ellos.
Empecé a sentir una ola de furia y esta solo clamaba una sola muerte para saciarse. La de Cayo.
Vi de reojo como Bella ponía a Reneesme sobre el lomo de Jacob, ambos tenían que salir del campo de béisbol que pronto una vez mas seria transformaría en un campo de batalla.
Nuestra mayor desventaja era el no tener las visiones de Alice y aunque tratamos de disuadirla a que no se presentara hoy, ella estaba junto a Jasper tomada de la mano.
--Cayo querido hermano sabes muy bien la ley acerca de los neófitos – le dijo Aro con voz indignada.
--Si, pero a veces es necesario tomar medidas extremas ante problemas de tal magnitud como este.
--Pero esta clase de medidas no son necesarias aquí – discrepo Aro.
Parecía estar luchando para evitar la batalla que se llevaría dentro de muy poco tiempo. ¿Era posible que Aro nos ayudara?
Mire a Edward y la respuesta apareció en su rostro…
…su mirada estaba llena de furia y un gruñido profundo fue la respuesta. Aro intentaba enmascarar sus verdaderas intenciones.
--Entonces no interfieras Aro – concluyo Cayo alejándose de él como una sombra sin hacer sonido alguno.
--¡Habla con honestidad Cayo! – Grite – di que vienen a la conquista de nuevas adquisiciones, de nuevos esclavos.
Ese momento Carlisle me sostuvo del brazo derecho deteniendo mi urgencia por la cabeza de Cayo.
--Espera Sofitia. No seremos los primeros en atacar, estamos aquí para defendernos –su mirada solo reflejaba una infinita sabiduría que me hizo sentir tan solo una niña.
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