HISTORIAS, MITOS Y LEYENDAS!!!!

HallO Twilighters!!!

Pues aquí va la primera del año....

Una vez más tenemos otra parte de la historia "LA ASESINA Y EL LOBO" de nuestra amiga XIMENA!

ENJOY!!!



Alegría y dolor


Después de esa charla echamos a correr y logramos alcanzarlas ya que se habían detenido un momento por pedido de Reneesme y al vernos a lo lejos una gran sonrisa se poso en su rostro.
--Tardaron mucho – dijo con gran disgusto Alice y un matiz de preocupación.
-- Lo lamento fue mi culpa – replique.
--¡Bah! No importa – dijo con su voz mas tranquila y continuo – pero aprisa quiero regresar lo mas pronto ya que Jasper me esta esperando.
Me encogí de hombros y deje pasar su comentario.
Cuando estuvimos a pocos metros de la casa vimos a Ian sentado en el pórtico inquieto y en el instante que nos vio corrió hacia nosotros.
--¿Por qué no me esperaron? – inquirió algo molesto.
---Dormías profundamente y no quise despertarte – excuse apenada.
Entonces su rostro al verme así se dulcifico inmediatamente.
--Bueno. Lo importante es que ya están de regreso – luego se dirigió hacia Alice –Jasper te espera con tu…
--Si, lo se es tierno ¿no lo crees? – se apresuro a decir ella.
Bella mientras tanto se dejo guiar por Reneesme hacia la casa.
--Espero le guste a Bella mi obsequio – comento Edward muy pero muy bajito.
¿Regalo? Pensé y puse al mismo tiempo una cara rara.
--¿no sabes que fecha es hoy? – pregunto Edward.
Negué con la cabeza en muda respuesta solo tenia muy presente que solo tenia siete días para que llegaran los Vulturis.
--No puedo creer, hoy es 14 de febrero Sofy – aclaro Alice con asombro.
--¿y…? – me aventuré a preguntar.
--que hoy es ¡San Valentín! – dijo en un tono mas alto de su voz de soprano dio una vuelta cual bailarina de ballet y luego nos sonrió a todos y se fue casi bailando.
-- Bien, Sofy te dejo en buenas manos – comento Edward mientras caminaba hacia su casa. Note que en esa frase había algo oculto…
--¿quieres dar un paseo conmigo Sofy? – pregunto Ian con algo de nervios y su pregunta me tomo con la guardia baja poniéndome igualmente nerviosa.
--Claro, por que no vamos a la cascada – sugerí tratando de esconder lo ansiosa que estaba.
--Excelente.

Ya en la cascada sentía que de ese lugar emanaba paz absoluta pero no pode apreciarla por que mis nervios estaban a flor de piel o por lo menos eso sentía ¿Se me notaba? Esperaba que no.
Nos sentamos cerca de la cascada.
--Gracias por la invitación supongo que todos están festejando San Valentín – comente riendo.
--Casi todos – respondió él – los rumanos y Ahmed salieron de caza fuera de Forks pero prometieron llegar a tiempo para el partido.
--¿Partido? –pregunte extrañada.
--Si Emmett dijo que organizaría un partido de béisbol y… me amenazo que si no asistíamos la pagaría caro.
--llegaremos con tiempo – le prometí.
El inhalo y exhalo profundamente y luego hablo.
--Te… quiero dar algo y espero te guste – balbuceo Ian.
Luego saco algo de su bolsillo y lo reconocí al instante, era el mismo sobre que una vez le entrego a Carlisle y de el saco un estuche rectangular color negro. Me lo dio junto a una gran sonrisa, lo tome nerviosa, lo puse en mi regazo y lo abrí…
Era una hermosa gargantilla de plata que por dije tenia un bellísimo sol de oro y en su centro eclipsándolo tenia una luna de plata fría y radiante ver aquella joya hizo que sintiera un calor tremendo ya que era exquisita.
--Es sumamente hermoso – inmediatamente inspire hondo mientras intentaba controlar la ola de emociones que inundaban mi corazón.
Ian entonces observo a la cascada con rostro pensativo.
--Hace 5 años cuando cumplía 16 años mi padre me dijo “Un día conocerás una persona a la cual, entregaras tu corazón y cuando llegue el momento dale algo que signifique la unión de tu mundo con el de ella”. No entendía sus palabras… hasta hace varias semanas atrás. – dijo con voz nostálgica y suave.
Cada palabra suya era una descarga eléctrica que iba directo a mi corazón silente sentía que una nueva vida fluía por todo mi cuerpo. Observe a la gargantilla sopesando sus palabras e intente hablar.
--Ian yo…- pero él me interrumpió.
--¿Puedo ponértela? Me gustaría vértela usar – me dijo con voz llena de alegría.
No podía decir no a un rostro como ese y solo logre asentir una sola vez.
Entonces Ian tomo La gargantilla entre sus manos y se acerco lentamente y en su mirada ya no noté algún rastro de amistad en lugar de ella había…amor.
Su cercanía me resulto extraña al principio y a la vez nació algo, una necesidad de tenerlo mas cerca. Recogí mi pelo que estaba suelto para que el pudiera asegurarla; el calor que emanaba de él era intenso pero ya no era tan desagradable claro que el palpitar de su corazón aun me era muy atractivo tenia suerte el haberme alimentado recientemente. El roce de su piel era como la llama del fuego, electricidad ambos a la vez.
Después de asegurarla se alejo lo necesario para verla.
--Estas tan preciosa – susurro.
--No creo ser merecedora de tal obsequio – gemí con un nudo en la garganta y continué – fui una Vulturi y también una asesina – farfulle y desvié la mirada hacia un lado.
--Lo fuiste – dijo con tranquilidad y cariño, al mismo tiempo tomo mi mentón con su mano ardiente y suavemente hizo girar mi rostro hacia él.
--No me importa que hiciste en el pasado lo único que importa es que estas junto a mi… ahora y siempre.
Sus palabras se convirtieron en mi fuerza, valor y alegría Ian ahora era todo para mi; su corazón palpitante lo sentía como mió, su calor era el mió y mi alma si aun existía…era suya eternamente.
Sus ojos centellantes me envolvieron en esa flama azul el roce de su piel hacia arder la mía. Sin pensarlo me atreví a acercarme y acariciar su rostro y me pareció suave cual hoja de árbol y su calor ¡aaah! Me era en demasía placentero al principio el se estremeció ante mi toque pero luego se acerco hasta quedar a pocos centímetros de mi boca y la suya.
--Lo sabia, sabia que sentías algo por mi – susurro y su aliento me invito a acercarme un centímetro más.
-- fanfarrón – le espete.
--Pero es verdad ¿o no? – pregunto ansioso.
--Si… te amo Ian – musite sintiendo el placer mas grande al decirlo.
El entonces sonrió triunfante y borro por completo esos centímetros que separaban nuestros labios, besándome de la manera más dulce. Mis manos lo atrajeron más y empezaron a acariciar su pelo y su rostro.
Sentía que me quemaba totalmente una especie de magma empezó a bajar desde mi boca haciendo arder todo mi ser. El latido de su corazón era fuerte como tambor y se hacia mas y mas… tentador.
Los brazos de Ian me ciñeron más hacia él, debía detenerme ya que mi garganta empezaba a arder por la sed.
--¡Basta! –Susurre alejando su cuerpo del mió con ambas manos sobre su pecho febril – creo que seria muy saludable ir lento – dije jadeando e Ian hacia lo mismo.
--Talvez… -- respondió jadeando y luego su cuerpo se acerco un poco más – ¿Aun puedes? – Musito y se acerco hasta estar nuevamente a pocos centímetros de mi boca -- ¿puedes? – susurro muy bajo.
--Si, per… -- y silencio con otro beso pero esta vez deje mis manos en su pecho para alejarlo en cuanto fuera necesario e intente mantenerme bajo control pero, ¿Cómo controlarte mientras te incendias? Y peor aun, cuando el beso tiene una pasión antinatural y cuando esa persona esta amoldándote a su cuerpo y algo nuevo se produjo el beso y sus caricias se hicieron un poco mas necesarias que su sangre y el pareció sentir algo similar con lo gélido de mi piel. Me resulto muy duro separarme de aquellos labios pero el tenia que respirar y sentía que yo también debía hacerlo aunque no lo necesitase.
--Lento por favor –le dije con voz entrecortada.
--Lo siento me controlare te lo prometo.
--Creo que es hora de regresar – murmure.
--tienes razón.
Ian entonces se alejo lentamente y se puso de pie y extendió su mano hacia mi.
--¿Nos vamos? – pregunto luciendo esa sonrisa de sol.
Tome su mano como apoyo para ponerme en pie aunque no lo necesitaba.
El al instante de tomarla la jalo hacia si aprisionando mi cintura en sus brazos.
--Se ve muy hermosa en ti la gargantilla.
-- Ian yo no…- hable pero luego mi voz se desvaneció.
--¿Ocurre algo malo? – inquirió.
--No tengo un regalo para ti – farfulle apenada.
El trato de contener la risa al oírme.
--No te das cuenta –dijo al mismo tiempo que tomaba mi rostro entre sus manos febriles – al aceptar mi amor y decirme que tú también me amas me diste el mejor obsequio que nadie pudo darme.
Un ansia loca se apodero de mi y lo bese con todo mi amor una de sus manos se enrosco en mi cintura y la otra se poso en mi espalda ciñéndome contra él sin dejar espacio entre ambos haciéndome sentir por vez primera completa ambos nos separamos unos centímetros sentía su aliento en mi rostro.
--Lento te lo prometí. Ahora espera aquí – musito
Entonces se dirigió hacia la arboleda unos minutos después en su lugar apareció el lobo blanco acercándose a mi tanto como pudo.
--Mi corazón te pertenece Ian al igual que todo mi ser.
El gran lobo me regalo una calida sonrisa lobuna.
--El partido espera – apremie.
Ian entonces señalo con su cabeza su gran lomo.
--¿Qué? – y el volvió a señalar -- ¿Quieres que monte? – bromee.
No podía creerlo pero el asintió una sola vez.
--¿Estas seguro? –inquirí y este volvió a asentir una vez.
Me acerque por un costado y ágilmente me subí a él , era enorme no como Jacob pero casi lo alcanzaba. Me sostuve de su pelaje inmediatamente el lobo salio disparado cual saeta.
Me incline lo mas que pude hasta sentir su pelaje en mi rostro era suave, sedoso escuchaba su respiración y el palpitar de su corazón tan fuerte y claro me sentía sumida en un encanto que me envolvía alrededor de él con una cadena de acero y luego miles de cadenas me envolvían con mas fuerza uniéndome a mi Ian.



El próximo lunes tenemos la continuación ;)

Comentarios

Haru ha dicho que…
waaa ya lo extrañaba mui mui lindo :D

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