HISTORIAS, MITOS Y LEYENDAS!!


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Continuamos con la historia de GATO CULLEN o nuestra querida DIANA:

 "RECUERDO DE TI"

Es la conclusión del primer capítulo.

Recuerden que tiene lenguaje EXPLÍCITO y que es bajo su propio riesgo ;)


Nos empezamos a quitar la ropa lo más rápido que pudimos y, una vez desnudos, me dediqué a observarla durante unos minutos. Al notar cómo se sonrojaba por cómo la admiraba bajó la cabeza, pero no la dejé seguir, la sujeté del mentón y la obligue a verme.
- Mírame… No tienes nada de qué avergonzarte, eres toda una diosa y te deseo- abrió sus ojos sorprendida.
- ¿De verdad me deseas?... Digo ¿Alguien tan hermoso como tú podría desear a alguien tan simple como yo? - me dijo casi con lágrimas en los ojos, no podía creer que de verdad me pudiera estar preguntando eso, la abracé muy fuerte para hacerla sentir segura.
- Claro que sí, cualquier hombre desearía tenerte. Yo soy muy afortunado al tenerte aquí conmigo
- Hazme el amor Edward, hazme tuya, quiero estar a tu lado, sentirte dentro de mi - me lo dijo con una voz tan jodidamente seductora que me hizo excitarme más, sonreí al escucharla así y mi corazón no cabía en mi pecho de lo feliz que estaba.
- Como tú desees, yo por ti hago hasta lo imposible y voy hasta el fin del mundo - le empecé a besar, primero fueron unos besos lentos llenos de dulzura, pero poco a poco fueron llenándose de pasión y deseo, le acaricié todo su fino, hermoso y sedoso cuerpo.
Bajé mi mano poco a poco a su entrada y estaba tan húmeda y caliente que me puse más duro de un momento a otro, metí mis dedos en sus pliegues y le empecé a masajear su clítoris. Ella gemía y agarraba mi cabello con fuerza mientras que mi boca saboreaba uno de sus senos y con la otra mano masajeaba el otro, saqué mis dedos de su centro que cada vez estaba más húmedo y la recosté poco a poco en el diván que se encontraba en aquella "habitación".
Cuando estaba bien acostada volví a besarla y poco a poco fui bajando hasta su centro.
-¿Q-que ha-haces? - me dijo nerviosa y con su respiración entrecortada.
- Tranquila, tu solo disfruta cariño.
- Pero te quiero dentro de mí.
- Si lo haré, pero primero quiero probarte y que disfrutes.
Volví a ponerme en su centro que estaba más que listo para mi, estaba caliente y muy, pero muy húmedo, cuando le di la primera lamida Bella emitió un gemido que me excitó de sobremanera. Eestaba impaciente por estar dentro de ella, pero primero tenía que hacerla sentir, hacerla gozar, que tocara el cielo y las estrellas.

Seguía lamiendo y succionando sus líquidos, que eran tan exquisitos y dulces, lo mejor que me había pasado, la penetré varias veces con mi lengua, cada vez que lo hacía causaba que Bella gimiera y me agarrara del cabello, acercando mi cara cada vez más a su centro, estaba a punto de llegar al orgasmo cuando me jaló y me besó.
- Ya no aguato mas, te quiero dentro de mí… te necesito - me dijo entre gemidos y su respiración agitada por lo excitada que estaba.
- Como tú quieras, hermosa, tus deseos son ordenes - le guiñé un ojo y me acomodé en su entrada, fui entrando poco a poco, para finalmente terminar en una sola estocada completamente dentro de ella. Repentinamente me quedé en shock al escuchar el grito ahogado de Bella y sentir como se rompió su himen… no podía creerlo, Bella era virgen.
- Be-Bella… ¿E-eres-eras… virgen?
- Sí, Edward - Se avergonzó y bajó la cabeza, ¡NO! no podía ser cierto, era un completo estúpido. No había pensado en preguntarle antes, si a leguas se notaba que era muy inocente, frágil, tierna: era todavía como una niña en cuerpo de mujer o por lo menos a mis ojos si lo es, la agarré del mentón y la obligué a verme.
- ¿Por qué no me lo dijiste?
- Si te lo decía no ibas a querer tener nada conmigo y desde que te vi, sentí algo en mi corazón que me decía que tú eras alguien especial, el indicado, te deseo, me gustas mucho y la verdad… - soltó una pequeña carcajada - Sería una tonta si te dejaba ir, cualquier mujer estaría encantada de que te fijaras en ella y cuando te fijaste en mí, me sorprendí demasiado, es que simplemente no lo podía creer.
- Oh, Bella, me encantas, te deseo tanto, ¿Cómo crees que no me iba a fijar en ti?... eres tan hermosa, tan linda, tan suave, tierna, dulce, frágil… y tu olor me embriaga, me enloquece hasta la última terminal nerviosa de mi cuerpo.
- Oh, Edward…
Nos comenzamos a besar con pasión, deseo, lujuria con necesidad del uno por el otro, necesitaba su cuerpo, su calor.
Una vez que su cuerpo se acostumbró a tenerme dentro, la comencé a penetrar lentamente para Seguía lamiendo y succionando sus líquidos, que eran tan exquisitos y dulces, lo mejor que me había pasado, la penetré varias veces con mi lengua, cada vez que lo hacía causaba que Bella gimiera y me agarrara del cabello, acercando mi cara cada vez más a su centro, estaba a punto de llegar al orgasmo cuando me jaló y me besó.
- Ya no aguato mas, te quiero dentro de mí… te necesito - me dijo entre gemidos y su respiración agitada por lo excitada que estaba.
- Como tú quieras, hermosa, tus deseos son ordenes - le guiñé un ojo y me acomodé en su entrada, fui entrando poco a poco, para finalmente terminar en una sola estocada completamente dentro de ella. Repentinamente me quedé en shock al escuchar el grito ahogado de Bella y sentir como se rompió su himen… no podía creerlo, Bella era virgen.
- Be-Bella… ¿E-eres-eras… virgen?
- Sí, Edward - Se avergonzó y bajó la cabeza, ¡NO! no podía ser cierto, era un completo estúpido. No había pensado en preguntarle antes, si a leguas se notaba que era muy inocente, frágil, tierna: era todavía como una niña en cuerpo de mujer o por lo menos a mis ojos si lo es, la agarré del mentón y la obligué a verme.
- ¿Por qué no me lo dijiste?
- Si te lo decía no ibas a querer tener nada conmigo y desde que te vi, sentí algo en mi corazón que me decía que tú eras alguien especial, el indicado, te deseo, me gustas mucho y la verdad… - soltó una pequeña carcajada - Sería una tonta si te dejaba ir, cualquier mujer estaría encantada de que te fijaras en ella y cuando te fijaste en mí, me sorprendí demasiado, es que simplemente no lo podía creer.
- Oh, Bella, me encantas, te deseo tanto, ¿Cómo crees que no me iba a fijar en ti?... eres tan hermosa, tan linda, tan suave, tierna, dulce, frágil… y tu olor me embriaga, me enloquece hasta la última terminal nerviosa de mi cuerpo.
- Oh, Edward…
Nos comenzamos a besar con pasión, deseo, lujuria con necesidad del uno por el otro, necesitaba su cuerpo, su calor.
Una vez que su cuerpo se acostumbró a tenerme dentro, la comencé a penetrar lentamente para que no le resultara tan doloroso.
- Más… más… - gemía con cada estocada.
- Rápido… Edward… rápido y más fuerte- decía cada vez más excitada.
- ¿Estás segura, Bella? No quiero lastimarte.- Pregunte jadeante.
- ¡Oh! …¡si!... Más… Más…
-Como tú quieras nena.
Comencé a penetrarla cada vez más rápido y fuerte. Puse una de sus piernas sobre mi hombro para que las penetraciones fueran más profundas, mientras que con una de mis manos acariciaba uno de sus senos y con la otra le agarraba una de sus nalgas para alzarla, haciendo que sus caderas siguieran el movimiento de mis penetraciones.
Esto era la gloria, ella cada vez estaba más mojada y estábamos a punto de llegar al clímax, sentía como sus paredes se estrechaban en mi miembro, era tan excitante y sobre todo era la mejor sensación que nunca antes había sentido, que nunca antes había sentido, bien dicen que el sexo es lo mejor del mundo.
- Ed- Edward… Edward… es-estoy … aaaaah.- gritaba y gemía mi nombre.
- Aguanta... Un… Poco… Más - Nuestras respiraciones estaban muy agitadas.
- No… no puedo más…. Edward.
Se vino y unos segundos después yo también me vine con ella.
Gritamos al unísono y me dejé caer en ella acomodando mi cabeza en su agitado pecho, mientras que los dos intentábamos recuperar nuestras respiraciones. Nos quedamos en silencio, pero de esos que no son incómodos, mientras que ella acariciaba mi cabello y yo recorría mi mano por sus hombros y su abdomen. Un momento después nos quedamos mirándonos a los ojos.
Sus ojos eran tan hermosos con ese penetrante color chocolate y su cabello esparcido por el diván, su piel con su hermoso color crema y con lo suave que estaba, la hacía ver hermosísima. No sé que me estaba pasando, sentía algo en el pecho, era… era como si fuera…
¡Demonios! No sabía cómo explicar lo que sentía, se sentía… se sentía como un tipo de calor o algo así… creo que me estaba enamorando de esta chica porque ni cuando estuve con Tanya había sentido algo parecido.
Le acaricié la mejilla y ella cerro sus ojos, suspiro. Su hálito me embriagó por completo junto con su exquisito olor a fresias.
Era definitivo, la quería, la quería para mí y no la dejaría escapar, la necesitaba ya no podría estar sin ella.
- Eres tan hermosa, tan perfecta, me encantas Bella - se puso roja y mordió su labio, me encantaba verla sonrojada, desde el principio me gustó mucho verla con ese hermoso color carmín, se veía tan dulce y sexy cuando empezaba a morderse el labio cuando se ponía nerviosa.


- Tu también en encantas Edward, me gustas mucho.
Le di un suave beso en los labios y me salí de ella y cuando estuve fuera de ella sentía que algo me hacía falta, como si una parte mi se quedara en ella.
-¿Quieres algo de tomar? - le dije cuando recordé que estábamos en el club y no en un lugar tranquilo.
- S-sí claro…- le di una sonrisa torcida me levante, me vestí y le di un beso antes de salir del cubículo donde estábamos, fui lo más rápido que pude a la barra y pedí un par de bebidas y cuando me di la vuelta para regresar me topé con Emmett y Jasper. Me había olvidado por completo de ellos.
- ¡Ey, hermano! Te hemos perseguido por casi toda la pista, ¿con que estuviste travieso, ehh? - me pellizcó las mejillas y le puse cara de pocos amigos cuando me volvió a llamar dijo Eddie, ¿Por qué diablos no dejaba de decirme así?, pero claro, que pregunta más tonta, hablando de Emmett ¿Qué otra cosa se podía esperar?
- Si Emmett, al parecer ya no va a ser nuestro pequeño aguafiestas de siempre, ahora por fin ha crecido y se ha convertido en hombre.- decía Jasper siguiéndole el juego.
- ¿A que se refieren? ¿De qué están hablando ustedes dos?
- Ay, por favor, Eddie, te vimos cuando saliste de uno de los cubículos, pensamos que te fuiste a encerrar ahí; pero unos minutos después, cuando nos íbamos acercando, vimos salir de ahí a una hermosa chica tratando de arreglarse el cabello y fue cuando corrimos a alcanzarte para que nos contaras lo que pasó.
-¿Nos vas a decir que solo estaban charlando Edward? - dijo Jasper por lo bajo.
-¡¿Qué? - me eché a correr al cubículo. No podía ser cierto, Bella no se pudo haber ido, no podía dejarme, ¡No podía!, la necesitaba ya era parte de mi y no la quería lejos.
Cuando por fin llegué al cubículo y entré: no había nadie. Repasé el lugar, perdiendo mi mirada en cada detalle, esperando encontrar algo de ella, pero… no había nada. Volteé al diván donde hacía poco nos habíamos entregado el uno al otro, cuando algo en el piso llamó mi atención, me agaché para recoger lo que había visto… era una cartera. Lo tomé, era su cartera, se le había olvidado.
- ¿Por qué? - dije en un susurro y casi con lágrimas en los ojos, sentía un hueco enorme en el pecho, una opresión en el corazón que me hacía sentirme muy triste y vacío.
- ¿Por qué… qué Edward? ¿Qué paso, amigo? - decía Jasper desde la puerta ni siquiera me había percatado de su presencia. Volteé a verlo y lo único que pude decir fue…
- Me dejo… se… se ha ido y… lo único que tendre de ellas es…. Su cartera… Un recuerdo de ella.
"Un recuerdo de ti"– pensé -… ¿Por qué se había ido? ¿Por qué me dejo? La necesito… "La vida es… muy injusta".
- Solo me dejaste un recuerdo de ti- susurré poniendo la cartera en mi pecho impidiendo que algunas lágrimas salieran.


UuUU... qué pasará??!!!

Recuerden COMENTAR para tener el segundo capítulo aquí más pronto!!!

Gracias GATO CULLEN!!!


Comentarios

Brenda Berenice ha dicho que…
me encantooo y ese final como nos dejas asi que pasara xq se fue !! espero que pronto podamos leer mas !!

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