HISTORIAS, MITOS Y LEYENDAS
Después de esa noche me sentía en paz o por lo menos un 50% ya que el otro 50% en mi cabeza había inquietud con la revelación de ese día “quedar enamorada” no era algo que había planeado con esta visita pero todo era ahora nuevo y aunque tenia dos siglos de edad junto a Ian me sentía simplemente una adolescente. Cuanto me alegraba ahora que mi corazón fuera silente ya que me imaginaba como Ian podría oírlo latir como un loco cuando el se acercaba. ¿Exagerada? tal vez.
Ian me platico acerca de su vida en Alemania, la ternura de su madre y la paciencia que su padre le dedico en tiempos de rebeldía.
Tres semanas transcurrieron cuando una noche en que Ian, Jacob y Renesmee salimos de caza sabía que era un buen incentivo para la pequeña y resultaba de lo más divertido. Al regresar nos quedaba poco camino para llegar a casa pero al cruzar el rió vimos y dimos que algo andaba mal, no escuchaba a el televisor de plasma, a Edward en el piano o Alice en su computador solo oíamos una escasa respiración.
Nuestro andar se hizo mas lento Renesmee estaba sobre el lomo de Jacob dentro de la casa había un silencio sepulcral.
De pronto Carlisle y toda su familia salieron a nuestro encuentro, ambos lobos Ian y Jacob se detuvieron y yo tome a Renesmee en mis brazos.
--¿Qué sucede? – pregunte.
Solo hubo silencio y deje a la pequeña en el suelo para que fuera con sus padres quienes la recibieron como si hubiera pasado un tiempo inconmensurable para poder verla.
--Carlisle, Alice, Edward… ¿Qué pasa?
--Aro viene – contesto Carlisle.
Ese instante mis piernas empezaron a flaquear busque un soporte o me derrumbaría e Ian al verme así se acerco ofreciendo su cuerpo para reposar.
Mis ojos se centraron en Renesmee todo es culpa mía pensé.
--Sofy tu no… -- empezó a decir Edward pero no quería oírlo decir aquello y decidí hablar soportando el dolor de un nudo en la garganta.
--Alice ¿Qué viste? – inquirí.
Ella dio un paso adelante y Jasper que estaba junto a ella la imito.
- Marco y Aro vendrán dentro de tres semanas con una pequeña escolta, entre ellos están Alec, Demetri, Jane, y Félix y sus guardaespaldas.
--Pero ¿Por qué? – interrogue con incredulidad.
--Al parecer Marco deseaba venir solo pero Aro insistió en acompañarlo.
-- Cayo ¿se quedara en Volterra?
--Si, no viene.
Algo no encajaba lo sabia. Tenia por descontado que Cayo deseaba mi muerte y que él estaba disgustado con Marco al haber perdonado mi vida.
Repasaba una y otra vez sus palabras ¿POR QUE VENIAN? Entonces encontré la única solución para aquello. Debía regresar antes que tomaran rumbo hacia aquí.
--¡No! – dijeron Edward y Alice muy molestos.
--¿Qué pasa hijos? – pregunto Carlisle preocupado
--Sofitia quiere regresar a Volterra con los Vulturis.
No pude evitarlo pero voltee a ver mi mano que aun reposaba en el pelaje blanco de Ian sintiendo su textura calida y suave.
Alice fue quien se acerco a mí con gran rapidez.
--Ni siquiera pienses en hacer eso – me reprendió. Nunca antes la había visto así.
--¿No te das cuenta de lo que pasaría?—Inquirió tomándome por los brazos.
--Solo comprendo que si lo hago ellos talvez ya no vengan hacia acá y ustedes estarán seguros y sin peligro alguno – farfulle.
-- Te equivocas – dijo Edward con voz severa quien aun abrazaba a su esposa e hija – habrían consecuencias – entonces por un segundo su vista se clavo en Ian y luego volvió a verme.
¿Qué haría él? ¿Iría a Volterra? Pensé y como muda respuesta Edward asintió una sola vez.
No eso no yo no quería que eso acaeciera él en Italia en Volterra. Nunca.
Esme lentamente se acerco a mí y comenzó a acariciar mi pelo.
--Tranquila cariño, encontraremos una solución a esta situación – susurraba ella.
--Tienen razón seria muy riesgoso partir hacia ellos. Tienes que quedarte.
Su esposa me guió hacia el interior de la casa a paso lento pero antes de dar un paso volví a mirar a Ian y este me envolvió con esos ojos azules pero por vez primera desvié al abrazo que estos me otorgaban y deje que Esme guiara mis pasos a su casa.
Ya dentro, todos tomaron asiento en su sala de estar luego Carlisle y todos argumentaron que era una pésima idea marchar a Italia incluso Renesmee me obligo con sus suplicas a prometer no irme a ese país.
Emmett era el mas optimista de todos alegando que no habría problema alguno con la ayuda de ambas manadas y ahí residía mi mayor problema no quería ninguna confrontación entre ellos y los Vulturis, peor aun, mi temor se expandía aun mas el solo pensar que Carlisle y toda su familia lucharían y estas palabras se deslizaban en mi mente: lucha, heridos y… muertos.
Cerraba los ojos tratando de borrar esos pensamientos y Esme intentaba vanamente consolarme e Ian que se había sentado junto a nosotras en el gran sofá estrechaba mi mano derecha con las suyas quemando la mía con su calor.
Hubo un momento en que todos se quedaron en silencio incluso Emmett cavilaba el problema.
Ese instante un aullido desgarro el silencio, era el anuncio que algo se acercaba entonces todas las miradas se posaron en Edward quien se puso de pie tomando de la mano a Bella.
--Seth y Leah se han encontrado con un clan conocido nuestro – murmuro él.
--¿Qué clan nos visita hijo? – pregunto Carlisle.
--el Rumano al parecer un antiguo amigo suyo los puso a sobre aviso y ese alguien los acompaña creo que es… aprisa están muy cerca debemos salir – nos dijo mientras se dirigía a la puerta.
Ian ese momento empezaba a soltar mi mano pero mi miedo a perderlo era más grande y se la estreche negándome a dejarlo marchar, sus ojos se posaron en nuestras manos y después me miro a la cara, y me sonrió levemente.
--Todo ira bien – me susurro al oído ese instante y por un segundo sabia que así seria. Entonces nos levantamos y fuimos para recibir al misterioso visitante.
CONTINUARA…
Ahora pidamosle a Ximena que se de prisa con la otra parte, para que ya no estemos en suspenso!
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