Lunes de mitos, historias y leyendas

En respuesta a su participacion, hoy como cada lunes de mitos, historias y leyendas, les presentamos la siguiente historia llamada "DIAS DE IRA", enviada por Hatsumaku Yukituny gracias por haber mandado tu historia, eres nuestra primera ganadora.

Esperemos que sea de su agrado.

DIAS DE IRA (1 PARTE)

Todos saben que finjo. Este es el año, este el mes, esta es la noche en la que ellos vendrán. ¿Sabrán ellos de mi histrionismo? Talvez, porque un cuerpo ya desgastado o enfermo a decir verdad esta resultando muy fácil de representar. El aroma a medicina corre por mis venas, aparentado que ya he tratado de todo y el ofrecerme esta noche a ellos es la única solución a mi ficticio problema. Claro que se percataran de mi salud después de ver, de oler, con más precisión, pero cuento con que ninguno de ellos tendrá la moral para decirme que lo que yo creo es enfermedad no es más que solo imaginación de la mente de un loco.
Pasos escurridizos, tela arrastrándose por las calles de ladrillos--- pequeños sonidos en una solitaria noche que anuncian su legada. Mis manos se van a la empuñadura de la espada, como un cojo hacia su bastón a pesar de que la caída es inevitable. Pero no son ellos, es solo Octavio que esa noche no ha sido aceptado en la casa de su amante. Le veo, y claro que el me ve porque en un segundo se detiene en su camino. Solíamos llamarnos familia, hace años de aquello, porque su padre se caso con mi madre viuda y nos adopto a mí y a mis hermanas como propios. Octavio fue un buen hermano mayor. Incluso después de que quedar solo el y yo de una familia de ocho, el quiso permanecer y ser mi hermano mayor. Se caso un año después y yo ya no pude seguirle. Nadie lo culpaba, ni siquiera yo, tiene otras obligaciones con sus hijos y esposa, y yo no comparto su sangre.
"¿Que crees que estas haciendo ahí? ¿No sabes que noche es esta?" Lo dice con miedo disfrazado de reprensión. Todos sabemos que noche es esta; todos escuchamos el himno que los atrae a ellos, a los que llegaran--- quienes serán ofrecidos lloran y gimotean temerosos. Su llanto es el único sonido en las calles, y yo soy el único que calla porque soy el único que se ofrece a voluntad.
“La puerta de tu casa seguía abierta cuando pase por ahí," le digo como advertencia. Ahora sabe que debe apresurarse. Sin embargo se acerca un poco más a mí, el primero que lo hace en todo el día. He estado parado a la luz mas cercana a la entrada de la cuidad desde el amanecer. Todos al pasar negaban la cabeza al verme esperar, algunos me observaban preguntándose que enfermedad mortal tendría un vagabundo para estar esperando justo ahí, pero no le daban mucha importancia y seguían con sus urgentes pasos hacia destinos que muy poco me importaron.
“Me habían dicho de ti, pero creí que estaban equivocados."
“Te veré después, Octavio."
“creí que los habías olvidado," se acerca a mi, sus brazos extendiéndose, quiere ponerlos sobre mis hombros para simular apoyo. Quiere ser de nuevo el hermano mayor, pero ya paso su tiempo. Debe irse.
“Es un ciclo. Cinco años, así que hoy vuelven." Le digo lo que ya sabe, porque la noche es cada vez mas oscura y el necesita recordarlo. Tiene que irse.
“Ven conmigo, ¿si?" Le sonrío, solo por los viejos tiempos. Estuvo enamorado de mi hermana, Camila, yo fui el único que lo supo.
“Aquí tendré buena compañía," mi mano guía sus ojos hacia mi cadera. Mi única herencia es cargada por un cinturón: la espada de mi padre, con la que no pudo defenderse antes de que lo asesinaran en alguna batalla sin nombre ni razón. La luz bajo la que estamos hablando en susurros se vuelve más brillante en entorno más oscuro. ¿Porque Octavio no se va de una buena vez?
Asiente débilmente, y deja que su cabello le cubra los ojos y parte del rostro. Siempre ha querido ser mas valiente, tener la fuerza para someter a sus miedos, pero no fue capaz de eso cuando amo a mi hermana, ni cuando ha querido dejar a su amante, ni cuando vio como ellos se llevaban a su padre, a su madrastra, a sus dos hermanastras y al amor de su vida. No será valiente ahora para cambiar de lugar con un hermano postizo, o para permanecer a mi lado.
“Tengo que cerrar la puerta de mi casa" dice, apretándome un poco los hombros. Se da la vuelta con el rostro aun entre cabellos negros, y al alejarse ya no solo escucho los pasos sobre una calle de ladrillo y la tela arrastrándose. El siseo es leve, acompañado de un tintineo, y a pesar de que me da la espalda se muy bien que Octavio va rezando con su rosario entre las manos. El rosario de Camila. Ella también lo amo, yo fui el único que lo supo.
Pronto pierdo a Octavio en una esquina, no hay nadie más en las calles. Nadie salvo yo y la espada de mi padre. Mi espada ahora.
Aquí espero, quisiera gritar, lleguen de una buena vez.
No grito, porque entonces alguien vendrá antes de que ellos lleguen y me llevaran a donde no podré encararlos.
No grito, porque ya los veo venir y no hacen ruido al llegar... CONTINUARA


¿Que les parece? espero que les haya gustado, se que esta largo el cacho que se publica, pero en verdad, leanlo vale mucho la pena.
Gracias a Hatsumaku Yukituny por haber madado su historia.

No se pierdan la continuacion de esta interesante historia el proximo lunes, aqui en su blogg con mas historias, mitos y leyendas.

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