HISTORIAS, MITOS Y LEYENDAS!
Como cada viernes, tenemos nuestra historia Noche Sin Luna de Marriz Slash
Bella quedó anonadada con mi respuesta —Cualquier cosa— ¡Perfecto!
—¿Cinco años? —pregunté con suficiencia. Ese tendría que ser un tiempo suficiente para convencerla O, por lo menos… hacerla vivir un poco más su vida Humana.
Su rostro inmediatamente se tornó asustado y Lleno de reproche —Dijiste “cualquier cosa” — Recordé.
—Sí, pero vas a usar el tiempo para encontrar la forma de escabullirte. He de aprovechar la ocasión ahora que se presenta. Además, es demasiado peligroso ser sólo un ser humano, al menos para mí. Así que, cualquier cosa menos eso.
Puso cara de pocos amigos.
Bastante prespectiva—¿Tres años?
—¡No!
—¿Es que no te merece la pena? —cuestioné intentando dar a su Punto débil; Charlie… Más ella no mostró ninguna señal de duda. ¡Era tan endiabladamente terca!
—¿Seis meses? —ofreció ella. Pusé los ojos en blanco, estaba comenzando a rendirme
.
—No es bastante.
—En ese caso, un año. Ése es mi límite.
—Concédeme dos al menos.
—Ni loca. Voy a cumplir diecinueve, pero no pienso acercarme ni una pizca a los veinte. Si tú vas a tener menos de veinte para siempre, entonces yo también.
Edad. ¡Ese era el núcleo del problema!... Bella estaba tomándose demasiado enserio las cuestiones del equilibrio; le aterraba hacerse más grande cada día que pasaba… Esto solo me daba entender que no tendría nada que combatir contra aquello; Su prioridad era transformarse, Sin bien… la mejor manera para ella sería el que yo fuera quien la llevara a cabo, cosa que me atraía de una manera verdaderamente peligrosa. Tal vez, solo tal vez… si encontrara la manera de hacerle difícil mis condiciones sin que estas tuvieran que ver algo con lapsos de tiempo; Lograría ganar aunque fuera un poco más de tiempo… Al menos unos 3 o 4 años, suficientes para que terminara la Universidad y estuviera libre de cualquier culpa o pendiente para ella… Pero, ¿Qué condición sería la apropiada para detener a Bella, aunque fuera… unos años más?
¡Aha!
—De acuerdo. Olvídate de los límites de tiempo. Si quieres que sea yo quien lo haga, tendrás que aceptar otra condición.
—¿Condición? —preguntó con voz apagada—. ¿Qué condición?
Pronuncié las palabras con cautela, esperando las típicas reacciones fuera de los parámetros normales que Bella siempre tendría antes cualquier situación
—Casarte conmigo
Epilogo; Jacob Black
Eclipse, p. 493
… Esa es una buena selección de palabras, Me pregunto… ¿Cómo es que le hace para reconstruir semejante discurso en cuestión de segundos?...Deben tener la chaveta igual de desarrollada, ¡Malditos tramposos!..... ¡Demonios!, el chupa sangre me dejó sin habla!, debo parecer un idiota en este momento. Bah!, de por si ya es una estupidez entablar una conversación con el ¡Hagamos tregua con el Vampiro!. ¡Bravo Jacob!, rebásate tu nivel de babosadas.
Hubiera resultado muy fácil reír en esos instantes, exceptuando, claro…las razones obvias del porque los pensamientos sarcásticos y escandalosos de Jacob Black, no me causaban el menor sentido del humor. Una muy buena de ellas; era la chica humana, dueña del muerto y silencioso corazón que ahora permanecía intacto es mi pecho. Dormía, cálida y sin peligro; en los brazos de una criatura sobrenatural y peligrosa, que-cosa que nadie creyó posible- no se trataba de mí.
¿Cómo llegué a esta precaria situación?, ¿En qué momento comenzamos a jugar a la guerra de que criatura mitológica puede más?. De ser así, micho me temo que el licántropo estaba tomando la delantera en el juego absurdo del amor; El juego de “quién ama mas a la humana” al que no habría entrado ni en un millón de años, si no fuera por que el “premio gordo”, era el boleto a permanecer a lado de ella. El perdedor simplemente se iría, con plena conciencia de que fue humillado en el campo en que, ingenuamente, pensó tener ventaja.
Jacob Black y yo, arrogantemente, impusimos las normas de este juego; La regla es que no había reglas. Todo o nada.... Jugar todas las cartas a nuestro alcance. Arriesgarse o perderlo todo. Y perder no era una palabra que estuviera en el vocabulario de alguno de los dos….
El licántropo era astuto, conocía sus desventajas, pero también barajeaba sus triunfos… La situación me era sofocante, jamás en mi vida, ya sea humana o inmortal… había quedado a tras. Era un ser acostumbrado al ganar… y quedar en segundo lugar contra los hechos que Jacob me mostraba, con lo que yo mismo estaba en acuerdo…. Era una situación insoportable.
Black me ganaba, si… Por que le ofrecía a Bella lo que yo nunca podré. Porque el amor que el sentía por ella, casi tocaba la misma profundidad de que yo le profesaba. ¡¿Cómo llegó a ser eso posible!?
Sencillo de explicar. Yo lo había permitido.
...Pero, no captó el verdadero sentido de mi pregunta. La respuesta que me interesa saber.
— ¿Y Aquella otra vez, Cuándo pensaste que había muerto? ¿Qué sentiste?
¿Como sería para mí si se queda contigo?. Yo vencido, Y Ella estará muerta para entonces… Si llegase a ocurrir.
He aquí la única carta con la que Jacob no contaba, la experiencia previa ante la perdición.
— Si. Probablemente tu se sentirás igual dentro de poco, ¿no?. La manera en que nos percibes a nosotros no de permitirá verla solo como “Bella” y nada más, pero es lo ella será— cruda realidad para el lobo. Pero yo no soy nada por bien sentado. Ganaré la batalla, y este es el destino que el tendrá que cargar.
No si se puede evitar. No es mi estilo cruzarme de brazos, alimaña. —Eso no es lo que te pregunté.
—No puedo describir como me sentí. No tengo palabras.
Re memoricé cada una de las facetas que experimenté aquellos tiempos… ¿Palabras?, Por supuesto que si, claro que las tenía…Una infinidad de palabras, lamentos y verbos negativos llenando mi cabeza….. Contando la historia una y otra vez, repitiéndome suplicante a mi ser… jamás volver a experimentar semejante situación
El hecho resultaba tan depresivo, que tal vez ni el mismo Jacob, siendo tan observador y perspectivo, lograría comprender. Para ser más exactos, nadie en su sano Juicio llegaría a entenderlo…Por que yo estaba loco. Era un vampiro Loco de dolor.
Bella quedó anonadada con mi respuesta —Cualquier cosa— ¡Perfecto!
—¿Cinco años? —pregunté con suficiencia. Ese tendría que ser un tiempo suficiente para convencerla O, por lo menos… hacerla vivir un poco más su vida Humana.
Su rostro inmediatamente se tornó asustado y Lleno de reproche —Dijiste “cualquier cosa” — Recordé.
—Sí, pero vas a usar el tiempo para encontrar la forma de escabullirte. He de aprovechar la ocasión ahora que se presenta. Además, es demasiado peligroso ser sólo un ser humano, al menos para mí. Así que, cualquier cosa menos eso.
Puso cara de pocos amigos.
Bastante prespectiva—¿Tres años?
—¡No!
—¿Es que no te merece la pena? —cuestioné intentando dar a su Punto débil; Charlie… Más ella no mostró ninguna señal de duda. ¡Era tan endiabladamente terca!
—¿Seis meses? —ofreció ella. Pusé los ojos en blanco, estaba comenzando a rendirme
.
—No es bastante.
—En ese caso, un año. Ése es mi límite.
—Concédeme dos al menos.
—Ni loca. Voy a cumplir diecinueve, pero no pienso acercarme ni una pizca a los veinte. Si tú vas a tener menos de veinte para siempre, entonces yo también.
Edad. ¡Ese era el núcleo del problema!... Bella estaba tomándose demasiado enserio las cuestiones del equilibrio; le aterraba hacerse más grande cada día que pasaba… Esto solo me daba entender que no tendría nada que combatir contra aquello; Su prioridad era transformarse, Sin bien… la mejor manera para ella sería el que yo fuera quien la llevara a cabo, cosa que me atraía de una manera verdaderamente peligrosa. Tal vez, solo tal vez… si encontrara la manera de hacerle difícil mis condiciones sin que estas tuvieran que ver algo con lapsos de tiempo; Lograría ganar aunque fuera un poco más de tiempo… Al menos unos 3 o 4 años, suficientes para que terminara la Universidad y estuviera libre de cualquier culpa o pendiente para ella… Pero, ¿Qué condición sería la apropiada para detener a Bella, aunque fuera… unos años más?
¡Aha!
—De acuerdo. Olvídate de los límites de tiempo. Si quieres que sea yo quien lo haga, tendrás que aceptar otra condición.
—¿Condición? —preguntó con voz apagada—. ¿Qué condición?
Pronuncié las palabras con cautela, esperando las típicas reacciones fuera de los parámetros normales que Bella siempre tendría antes cualquier situación
—Casarte conmigo
Epilogo; Jacob Black
Eclipse, p. 493
… Esa es una buena selección de palabras, Me pregunto… ¿Cómo es que le hace para reconstruir semejante discurso en cuestión de segundos?...Deben tener la chaveta igual de desarrollada, ¡Malditos tramposos!..... ¡Demonios!, el chupa sangre me dejó sin habla!, debo parecer un idiota en este momento. Bah!, de por si ya es una estupidez entablar una conversación con el ¡Hagamos tregua con el Vampiro!. ¡Bravo Jacob!, rebásate tu nivel de babosadas.
Hubiera resultado muy fácil reír en esos instantes, exceptuando, claro…las razones obvias del porque los pensamientos sarcásticos y escandalosos de Jacob Black, no me causaban el menor sentido del humor. Una muy buena de ellas; era la chica humana, dueña del muerto y silencioso corazón que ahora permanecía intacto es mi pecho. Dormía, cálida y sin peligro; en los brazos de una criatura sobrenatural y peligrosa, que-cosa que nadie creyó posible- no se trataba de mí.
¿Cómo llegué a esta precaria situación?, ¿En qué momento comenzamos a jugar a la guerra de que criatura mitológica puede más?. De ser así, micho me temo que el licántropo estaba tomando la delantera en el juego absurdo del amor; El juego de “quién ama mas a la humana” al que no habría entrado ni en un millón de años, si no fuera por que el “premio gordo”, era el boleto a permanecer a lado de ella. El perdedor simplemente se iría, con plena conciencia de que fue humillado en el campo en que, ingenuamente, pensó tener ventaja.
Jacob Black y yo, arrogantemente, impusimos las normas de este juego; La regla es que no había reglas. Todo o nada.... Jugar todas las cartas a nuestro alcance. Arriesgarse o perderlo todo. Y perder no era una palabra que estuviera en el vocabulario de alguno de los dos….
El licántropo era astuto, conocía sus desventajas, pero también barajeaba sus triunfos… La situación me era sofocante, jamás en mi vida, ya sea humana o inmortal… había quedado a tras. Era un ser acostumbrado al ganar… y quedar en segundo lugar contra los hechos que Jacob me mostraba, con lo que yo mismo estaba en acuerdo…. Era una situación insoportable.
Black me ganaba, si… Por que le ofrecía a Bella lo que yo nunca podré. Porque el amor que el sentía por ella, casi tocaba la misma profundidad de que yo le profesaba. ¡¿Cómo llegó a ser eso posible!?
Sencillo de explicar. Yo lo había permitido.
...Pero, no captó el verdadero sentido de mi pregunta. La respuesta que me interesa saber.
— ¿Y Aquella otra vez, Cuándo pensaste que había muerto? ¿Qué sentiste?
¿Como sería para mí si se queda contigo?. Yo vencido, Y Ella estará muerta para entonces… Si llegase a ocurrir.
He aquí la única carta con la que Jacob no contaba, la experiencia previa ante la perdición.
— Si. Probablemente tu se sentirás igual dentro de poco, ¿no?. La manera en que nos percibes a nosotros no de permitirá verla solo como “Bella” y nada más, pero es lo ella será— cruda realidad para el lobo. Pero yo no soy nada por bien sentado. Ganaré la batalla, y este es el destino que el tendrá que cargar.
No si se puede evitar. No es mi estilo cruzarme de brazos, alimaña. —Eso no es lo que te pregunté.
—No puedo describir como me sentí. No tengo palabras.
Re memoricé cada una de las facetas que experimenté aquellos tiempos… ¿Palabras?, Por supuesto que si, claro que las tenía…Una infinidad de palabras, lamentos y verbos negativos llenando mi cabeza….. Contando la historia una y otra vez, repitiéndome suplicante a mi ser… jamás volver a experimentar semejante situación
El hecho resultaba tan depresivo, que tal vez ni el mismo Jacob, siendo tan observador y perspectivo, lograría comprender. Para ser más exactos, nadie en su sano Juicio llegaría a entenderlo…Por que yo estaba loco. Era un vampiro Loco de dolor.
UuU!... Más en su blog favorito!!!!
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