HISTORIAS, MITOS Y LEYENDAS!

Ahora si, desde tempranito les dejo los ÚLTIMOS CAPÍTULOS de la historia que nos envía Angel Azul "El Inicio de la Eternidad"

Disfruten!!! ;)

Capitulo 13. Nuestra naturaleza

Separe mis labios del cuerpo sin vida que tenia entre mis brazos.

Pude sentir, como la sed se calmaba un poco, pero mi cuerpo me pedía más de esa substancia tan deliciosa.

-Esto no está bien…
Dijo el doctor Carlisle a mis espaldas.

Gire mi cabeza y ahí estaba parado con una cara de miedo y asombro.

-No puedo controlarlo, fue como si me estuviera llamando- susurre
Deje el cuerpo inerte en la cama.

Mi sorpresa fue cuando me di cuenta de que la chica a la que había acecinado era Mabel. ¡¡No podía ser cierto!! Era tanta mi necesidad de su sangre que no me fije quien era mi víctima.

Una serie de remordimientos empezaron a surgir en mi cabeza. Aun que la mayor parte de mi mente estaba ocupada recordando lo deliciosa que había sido la sangre de Mabel.

-¿Qué he hecho? ¿Qué me sucede? Eres un acecino Edward- Me dije a mi mismo
Aun que haya sido alguien más y no Mabel, era una vida humana. Pero no podía olvidar el calor de la sangre corriendo en mi garganta, y de tan solo recordarlo me hacía sentir sediento de nuevo.

Inmediatamente me aleje de su lecho. Sentí los brazos del doctor en mi espalda.
-Sígueme y no respires.

El doctor salió de la habitación del mismo modo en el que había entrado, yo lo seguí e hice lo que me pidió.

Saltamos de tejado en tejado, hasta dejar a la ciudad entera atrás y después de unos minutos llegamos a los bosques del norte.

Nos internamos en lo más profundo de la manta verde y cuando me dijo que ya podía respirar fue más fácil seguirlo, ya que a su paso dejaba un aroma muy marcado.
Nos detuvimos a un lado de un rio.

Se paro en una de las rocas más altas y me observaba muy serio, yo me detuve a su lado.
- Necesito que me diga la verdad. No sé que está pasando. ¿Por qué puedo oír hasta el más mínimo sonido del bosque? ¿Por qué puedo ver todo con tan perfecta claridad aun que sea de noche? ¿Porque cada vez que percibo ese aroma me vuelvo loco, es como si…

-Como si la sangre te llamara - Me interrumpió –Como si te convirtieras en un animal y no pudieras pensar en otra cosa que no sea la sed insaciable que, te aseguro que en este momento sigues sintiendo después de beber hasta la última gota del cuerpo de esa chica.

Me quede petrificado por lo que decía y por su mirada.

-No es fácil de entender, pero creo que después de lo que ha pasado, no te costara trabajo creerme-
Se sentó en la roca en la que estábamos parados y yo hice lo mismo, aun que no lo necesitaba. Lo hice solo para que siguiera hablando.

-¿Has oído alguna vez algo sobre los vampiros Edward?

-¡¡Esos son cuentos doctor!!… yo… No- las palabras se me trababan en la garganta junto con el ardor que sentía en ella- Usted no puede ser…- se me apago la voz cuando comencé a comprenderlo todo.

-Pues créelo. Somos vampiros. Aun que a lo largo de los años y al transcurrir la historia nos han llamado de tantas formas distintas, como bebedores de sangre, muertos en vida… en fin.
-Pero esos solo son mitos… esto es imposible-

-Aquel olor que percibiste el cual te hacía perderte completamente en él, es el olor de la sangre humana Edward. No es fácil de resistir, ya que el ingerirla es algo que está en nuestra naturaleza. Mas sin embrago hay una posibilidad de proteger a los inmortales de lo que somos.

Tengo doscientos setenta y ocho años con esta vida, y jamás he probado la sangre humana. Me atrevo a decir que soy un ejemplo de que hay una forma de alimentarnos sin dañar a las personas.

Me observaba estudiando mi rostro. Pude suponer lo que vio en el.

-No quiero que te sientas mal, por no haber podido resistirte a tu naturaleza. Sé que es algo que no puedes controlar pero estoy seguro que con el tiempo podrás abstenerte.

No sabía que pensar, mejor dicho, no sabía a cual de todas las situaciones ponerle prioridad, si al detalle de su edad, a lo de nuestra naturaleza, a mi sentimiento de culpa por haber tomado la vida de Mabel o a lo de controlar la sed. Cuando dejaba de ponerle atención la necesidad de más sangre me invadía, tenía que poner mucho esfuerzo de mi parte para regresar a la plática con el doctor.

-Bueno. Ahora que sabes lo que somos, te abras dado cuenta de los cambios físicos que has sufrido. Eres casi indestructible, tu piel es dura como una roca, eres frio como el hielo, pero eres hermoso sin duda. Tus sentidos son inigualables, todos se han agudizado casi en un trescientos por ciento, tu velocidad y fuerza son impresionantes, aun que la fuerza se debilita un poco con los años. Pero te lo iré explicando poco a poco, no quiero agobiarte.

-¡tal vez después de todo este tiempo… ya no este solo…-

Abrí mis ojos como platos cuando oí su voz y no había movido los labios para decir esas palabras.

-¿Qué fue lo que dijo?- pregunte confundido y él me miraba de la misma manera.
-Que no quiero agobiarte con todo, te lo explicare poco a poco y….
-Eso no- lo interrumpí- Usted dijo que después de todo ya no estaría solo. Ho… al menos eso fue lo que oí, aun que no vi que moviera los labios.

Abrió los ojos con fascinación. Me miraba con mucha curiosidad
-fascinante. Tal vez…- de nuevo fue como si oyera su voz en mi cabeza
-Creo que puedes oír mis pensamientos Edward. Lo supuse hace un rato. Cuando me pediste que no te detuviera. No eres el único que posee este tipo de habilidades, te lo contare todo con más calma más adelante.

-¿Pero como...?- se me desvanecieron las palabras.

Algo capto toda mi atención en un instante. Era muy difícil mantenerse concentrado en algo en especial. Fue el ruido de un corazón latiendo tan fuertemente que no pude evitar voltear en la dirección en la que se localizaba.

CONTINUARA...

Qué tal?

Ya se extrañaba no??

No olviden que el próximo miércoles tendremos la continuación de esta historia, aquí en su blog favorito!!!